ASPECTOS
MÉDICOS EN EL EVANGELIO SEGÚN MATEO
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
Generalidades
El
Evangelio según Mateo es el primero y el más completo. Contiene información
sobre Jesús, sus milagros, incluyendo los relacionados con la Medicina , el
Sermón de la montaña. y sus parábolas llenas de simbolismo y sabiduría.
Mateo
(Don de Dios) nació en el siglo I. Murió en el 74. Era recaudador de impuesto
antes de convertirse en apóstol. La
pintura La inspiración de San Mateo (1602) de Caravaggio es una muestra
importante del arte religioso. Los capítulos 26 y 27, correspondientes a la
pasión y muerte de Cristo, y final de Judas, son el libreto de La pasión según
San Mateo (1728) de J S Bach.
En una de las novelas inspiradas en
Fausto de Goethe, El Maestro y Margarita de Mijaíl Bulgakov(escrita entre 1928
y 1940, pero publicada en 1966) hay una conversación entre dos de los
personajes de la obra, Leví Mateo y el Diablo, para ventilar el problema
filosófico fundamental, el del bien y el mal.
Leví Mateo llama al Diablo “espíritu
del mal y dueño de las sombras, a lo que Satanás responde:
“Has pronunciado las palabras como si
no reconocieras la existencia del mal y de las sombras. Por qué no eres un poco
amable y te detienes a pensar en lo siguiente:¿qué haría tu bien si no
existiera el mal y qué aspecto tendría la tierra si desaparecieran las sombras?
Los hombres y los objetos producen sombras. Esta es la sombra de mi espada.
También hay sombras de árboles y seres vivos. ¿No querrás raspar toda la
tierra, arrancar los árboles y todo lo vivo para gozar de la luz desnuda? Eres
un necio”. “Si Dios creó el bien, también creó el mal”.
2
Filosofía y sabiduría:
-No sólo de pan vive el hombre.
- Y si alguno te quiere citar ante el
juez para quitarte la túnica, abandónale también tu manto. -Y si alguno te
quiere llevar por fuerza una milla, ve con él dos.
-Da a quien te pide, y no vuelvas la
espalda a quien quiera tomar prestado de ti.
- Cuando, pues, haces limosna, no
toques la bocina delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en
las calles, para ser glorificados por los hombres.
- Tú, al contrario, cuando haces
limosna, que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha, para que tu
limosna quede oculta, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
- Cuando oréis, no seáis como los
hipócritas, que gustan orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las
calles, para ser vistos de los hombres.
- No os preocupéis, entonces, del
mañana. El mañana se preocupará de sí mismo. A cada día le basta su propia pena.
- No juzguéis, para que no seáis
juzgados.
- ¿Por qué ves la pajuela que está en el ojo de
tu hermano, y no reparas en la viga que está en tu ojo?
- Pedid y se os dará; buscad y
encontraréis; golpead y se os abrirá. 8Porque todo el que pide obtiene; y el
que busca encuentra; y al que golpea, se le abre.
3
Curiosidades:
Curiosidad 1:
La curación de un leproso:
Cuando bajó de la montaña, le fueron
siguiendo grandes muchedumbres. Y he aquí que un leproso se aproximó, se
prosternó delante de Él y le dijo: “Señor, si Tú quieres, puedes limpiarme”. Y
Él, tendiéndole su mano, lo tocó y le dijo: “Quiero, queda limpio”, y al punto
fue sanado de su lepra. Le dijo entonces Jesús: “Mira, no lo digas a nadie; sino ve a
mostrarte al sacerdote y presenta la ofrenda prescrita por Moisés, para que les
sirva de testimonio”. (8: 1-4).
¿Por qué Jesús emplea esa frase final
de “ mira , no se lo digas a nadie”? Desde el punto de vista de la psicología
cotidiana (Lo prohibido es lo que provoca) y del motivo y la sustancia del
chismorreo, el cotilleo y la noticia de “radio bemba” ¿no está incitando a que
precisamente se hago todo lo contrario?
Curiosidad 2:
Cuando salía Jesús de allí, dos
ciegos lo siguieron, gritando: “¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!” Y al
llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y Jesús les dijo: “¿Creéis que
puedo hacer eso?” Le respondieron: “Sí, Señor”. Entonces les tocó los ojos
diciendo: “Os sea hecho según vuestra fe”. Y sus ojos se abrieron. Y Jesús les
ordenó rigurosamente: “¡Mirad que nadie lo sepa!”. Pero ellos, luego que
salieron, hablaron de Él por toda aquella tierra.(9:27-31)
La advertencia :“¡Mirad que nadie lo
sepa!” es equivalente a la anterior y con las mismas observaciones.
Curiosidad 3:
“Jesús, al saberlo, se alejó de allí.
Y muchos lo siguieron, y los sanó a todos. Les mandó rigurosamente que no lo
diesen a conocer”. (12: 15-16)
Estas contradicciones sólo demuestran
una cosa: la naturaleza humana de Jesús.
Curiosidad 4:
Más adelante en 10: 5-8 Jesús precisa
la misión de los apóstoles que incluye las curaciones (las cuales, lógicamente,
serán públicas y notorias) en aparente contradicción con la fórmula anterior de
ocultar estos milagros:
“Sanad enfermos, resucitad muertos,
limpiad leprosos, echad fuera demonios. Recibisteis gratuitamente, dad
gratuitamente”.
Curiosidad 5:
“Porque, vino Juan, que ni comía ni
bebía, y dicen: «Está endemoniado.» Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y
dicen: «Es un glotón y borracho, amigo de publicanos y de pecadores». Más la
Sabiduría ha sido justificada por sus obras.”(11:18-19)
¿Era Jesús un glotón y un borracho?
¿No fallaba en un banquete? ¿Por qué algunos cristianos no liban argumentando
que su religión se los prohíbe?
4
Aspectos médicos:
Curaciones:
-Y recorría toda la Galilea,
enseñando en las sinagogas de ellos, y proclamando la Buena Nueva del reino y
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama se extendió por toda la Siria, y le
traían todos los pacientes afligidos de toda clase de dolencias y sufrimientos,
endemoniados, lunáticos, paralíticos, y los sanó. Y le siguieron grandes
muchedumbres de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del
Jordán.(4:23).
Luego vinieron buscando alivio a sus
dolencias “los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los
endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los sanó”.
Ayuno:
-Cuando ayunéis, no pongáis cara
triste, como los hipócritas. (El ayuno era total: sin comidas y bebidas
durante todo el día).
Cuando
bajó de la montaña, le fueron siguiendo grandes muchedumbres. Y he aquí que un
leproso se aproximó, se prosternó delante de Él y le dijo: “Señor, si Tú
quieres, puedes limpiarme”. Y Él, tendiéndole su mano, lo tocó y le dijo:
“Quiero, queda limpio”, y al punto fue sanado de su lepra. Le dijo entonces
Jesús: “Mira, no lo digas a nadie; sino
ve a mostrarte al sacerdote y presenta la ofrenda prescrita por Moisés, para
que les sirva de testimonio”. (8: 1-4).
Curación de un paralítico:
Cuando hubo entrado en Cafarnaúm, se
le aproximó un centurión y le suplicó, diciendo: “Señor, mi criado está en
casa, postrado, paralítico, y sufre terriblemente”. Y Él le dijo: “Yo iré y lo
sanaré”. Pero el centurión replicó diciendo: “Señor, yo no soy digno de que
entres bajo mi techo, más solamente dilo con una palabra y quedará sano mi
criado. Porque también yo, que soy un subordinado, tengo soldados a mis
órdenes, y digo a éste: «Ve» y él va; a aquél: «Ven», y viene; y a mi criado:
«Haz esto», y lo hace”. Jesús se admiró al oírlo, y dijo a los que le seguían:
“En verdad, os digo, en ninguno de Israel he hallado tanta fe”. Os digo pues:
Muchos llegarán del Oriente y del Occidente y se reclinarán a la mesa con
Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos, mientras que los hijos del
reino serán echados a las tinieblas de afuera; allá será enllanto y el rechinar
de dientes”. Y dijo Jesús al centurión: “Anda; como creíste, se te cumpla”. Y
el criado en esa misma hora fue sanado. (8:
5-13).
Curación de una fiebre y otros males:
Entró Jesús en casa de Pedro y vio a
la suegra de éste, en cama, con fiebre. 1La tomó de la mano y la fiebre la
dejó; y ella se levantó y le sirvió. Caída ya la tarde, le trajeron muchos
endemoniados y expulsó a los espíritus con su palabra, y sanó a todos los
enfermos. De modo que se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías: “Él
quitó nuestras dolencias, y llevó sobre Sí nuestras flaquezas” (8:14-17).
Curación de otro paralítico:
Subiendo a la barca, pasó al otro
lado y vino a su ciudad. Y he aquí que le presentaron un paralítico, postrado
en una camilla. Al ver la fe de ellos, dijo Jesús al paralítico: “Confía, hijo,
te son perdonados los pecados”. Entonces algunos escribas comenzaron a decir
interiormente: “Éste blasfema”. Mas Jesús, viendo sus pensamientos, dijo: “¿Por
qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: «Te son
perdonados los pecados», o decir: «Levántate
y camina?» ¡Y bien! para que sepáis que
tiene poder el Hijo del hombre, sobre la tierra, de perdonar pecados —dijo,
entonces, al paralítico—: Levántate, cárgate la camilla y vete a tu casa”. Y se
levantó y se volvió a su casa. (9:1-7).
¿Quién necesita un médico?
-No son los sanos los que tienen
necesidad de médico, sino los enfermos. (9:12).
La mujer con flujos de sangre.
(Curación de la hemorroísa)
Se conoce como curación de la
hemorroísa a uno de los milagros de Jesús, mediante el cual fue sanada una
mujer que padecía flujos de sangre,1 algo que en su tiempo se consideraba
vergonzante.
Y he ahí que una mujer que padecía un
flujo de sangre hacía doce años, se aproximó a Él por detrás y tocó la franja
de su vestido. Porque ella se decía: “Con que toque solamente su vestido, quedaré
sana”. Más Jesús, volviéndose,
la miró y dijo: “Confianza, hija, tu fe te ha sanado”. Y quedó sana desde
aquella hora. (9: 20-22)
La hija de Jairo*.
Mientras les decía estas cosas, un
magistrado se le acercó, se prosternó y le dijo: “Mi hija acaba de morir, pero
ven a poner sobre ella tu mano y revivirá”.
Cuando Jesús llegó a la casa del
magistrado, vio a los flautistas, y al gentío que hacía alboroto, y dijo:
“¡Retiraos! La niña no ha muerto, sino que duerme”. Y se reían de Él. Después,
echada fuera la turba, entró Él, tomó la mano de la niña, y ésta se levantó. Y
la noticia del hecho se difundió por toda aquella región. (9:23-26).
*Este relato me ha hecho recordar
viejos tiempos escolares, allá en Las Mercedes del Llano. Estudiaba sexto grado
en el Grupo Escolar Monseñor Rodríguez Álvarez. Para una escenificación teatral
yo debía recitar los versos de Andrés Eloy Blanco sobre este milagro bíblico. Varias estrofas quedaron grabadas para siempre
en mi memoria de este hermoso poema:
LA HIJA DE JAIRO
I
¡Yo la amaba, la amaba!... Quedó
yerta;
La muerte al fin le marchitó las
rosas...
Yo estaba cerca de la niña muerta,
Llorándole las manos luminosas...
¡Yo la amaba, la amaba!... Sus
colores
eran de rosa en la mañana aquella
y el rosa huyo como al morir las
flores
cuando llegó la Muerte junto a ella.
¡Blanca, blanca!... ¡Qué blanca se me
puso!
¡Cómo se disolvió con la blancura!
Su mano completó la vestidura...
¡Cómo prolonga el algodón el huso!...
¡Yo la amaba, la amaba!... Voces
buenas
clamaron lejos: —¡El rabí ha
tornado!—
Jairo partió en su busca y a mi lado
La blanca niña era una nube
apenas...,
Llegó el rabino. Y todos fueron
mudos,
Silenció su plañir la plañidera...
Llegó el rabino de los pies desnudos,
Maduro el trigo de la cabellera...
¡No es muerta... duerme!... el
tañedor reía...
¡No es muerta... duerme!, y Jairo
sollozaba...,
y era una nube así la niña mía
y a su lado, temblando, yo la
amaba...
—No es muerta... ¡duerme!... y le
ordenó: ¡Levanta!
Y ella se alzó, delgada del martirio,
Y una voz le subió por la garganta
Como una abeja que abandona un lirio.
Y yo la amé de nuevo, resurrecta;
Su misma voz, su misma luz tenía,
Pero la Muerte la dejó perfecta
Con la blancura de morirse un día...
Murió de nuevo un día... Yo la amaba,
Mas sin remedio, se murió ese día...
—¡Vuelve, Rabino, ¡vuelve!... yo
clamaba,
pero el Rabino rubio no volvía.
Pasó la niña veinte siglos muerta,
Murió Cafarnaúm de Palestina,
Y el alma mía, inútil y desierta,
Lloraba inmortal sobre la ruina.
¡Yo la amaba, la amaba!... Su
blancura
la buscaba en la blanca nebulosa,
su cabellera entre la noche oscura
y en el poniente su color de rosa...
Y al fin la hallé... escondida entre
los tules
De una puesta de sol, estaba Ella;
Su carne inmóvil entre dos azules
Inauguraba la primera estrella...
Y la encontré más blanca todavía,
Flotando en el azul, sin vestidura,
¡Qué blanca estaba así!... la niña
mía
tras veinte siglos de blancura...
Clamé al amor entonces... Voces
buenas
Dijeron a lo lejos: ¡Te he escuchado!
Clamé al eterno Amor... y a mi lado
La blanca niña era una nube apenas...
Llegó el amor. Los cielos fueron
mudos,
Su leve paso silenció la esfera,
Llegó el eterno amor de pies
desnudos,
Maduro el trigo de la cabellera...
No es muerta... ¡Duerme!... y le
ordenó: ¡Levanta!
Y ella se alzó, delgada del martirio,
Y una voz le subió por la garganta
Como una abeja que abandona un lirio.
Y ha vuelto a mí... su cabellera
oscura,
Su misma voz... pero en la mano fría
Con veinte siglos de amasar blancura
Persiste el miedo de morirse un
día...
(Andrés Eloy Blanco)
Jesús da vista a dos ciegos
Cuando salía Jesús de allí, dos
ciegos lo siguieron, gritando: “¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!” Y al
llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y Jesús les dijo: “¿Creéis que
puedo hacer eso?” Le respondieron: “Sí, Señor”. Entonces les tocó los ojos
diciendo: “Os sea hecho según vuestra fe”. Y sus ojos se abrieron. Y Jesús les
ordenó rigurosamente: “¡Mirad que nadie lo sepa!”. Pero ellos, luego que
salieron, hablaron de Él por toda aquella tierra.(9:27-31)
Misión pe los Doce : curar es parte del apostolado-
Estos son los Doce que Jesús envió,
después de haberles dado instrucciones, diciendo: “No vayáis hacia los gentiles
y no entréis en ninguna ciudad de samaritanos,
sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y de camino
predicad diciendo: «El reino de los cielos se ha acercado». Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad
fuera demonios. Recibisteis gratuitamente, dad gratuitamente. No tengáis ni
oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni alforja para el camino, ni dos
túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero es acreedor a su sustento.
(10: 5-8)
Jesús
habla de sus curaciones
Jesús
les respondió y dijo: “Id y anunciad a Juan lo que oís y veis: Ciegos ven,
cojos andan, leprosos son curados, sordos oyen, muertos resucitan, y pobres son
evangelizados; ¡y dichoso el que no se escandalizare de Mí!” (11: 4-5).
Curación
del hombre de la mano seca:
De
allí se fue a la sinagoga de ellos; y he aquí un hombre que tenía una mano
seca. Y le propusieron esta cuestión: “¿Es lícito curar el día de sábado?” —a
fin de poder acusarlo—. Él les dijo: “¿Cuál será de entre vosotros el que,
teniendo una sola oveja, si ésta cae en un foso, el día de sábado, no irá a
tomarla y levantarla? Ahora bien, ¡cuánto más vale el hombre que una oveja! Por
consiguiente, es lícito hacer bien el día de sábado.” 13Entonces dijo al
hombre: “Extiende tu mano.” El la extendió, y le fue restituida como la otra.
Pero los fariseos salieron y deliberaron contra Él sobre el modo de hacerlo
perecer. (12:9-14).
Curación
de un endemoniado:
Entonces
le trajeron un endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de modo que hablaba y veía.
Y todas las multitudes quedaron estupefactas y dijeron: “¿Será éste el Hijo de
David?” 2Más los fariseos, oyendo esto, dijeron: “Él no echa los demonios sino
por Beelzebul, el príncipe de los demonios.” (12: 22-24)
Otras curaciones:
Cuando
Jesús alimento a as cinco mil personas “vio una gran multitud, y tuvo compasión
de ellos, y sanó a los que ellos estaban enfermos” ( 14:14).
Sanó
a los enfermos de Genesaret (14:34). Sacó el demonio de la hija de la mujer
cananea (15:28). Curó cojos, mancos, ciegos cerca de mar de Galilea (15:30-31).
Sacó el demonio de un lunático (17:14-21). Cuando salió de Galilea “les siguieron grandes multitudes, y los sanó
allí” (19:2). Luego de salir de Jericó le devolvió la vista a dos ciegos.
(20:29-34).
No hay comentarios:
Publicar un comentario