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HECHOS
DE LOS APÓSTOLES
(SIGLO
I-II./ 28 CAPÍTULOS./AUTOR: LUCAS. )
ASPECTOS MÉDICOS
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
1
Narración
sobre la fundación del cristianismo y su expansión por el Imperio Romano. Se
considera una continuación del Evangelio de Lucas.
2
Temas:
Ascensión
de Jesús al Cielo.
La
elección de un nuevo Apóstol para sustituir a Judas.
El
Día de Pentecostés (la venida del
Espíritu Santo).
La
expulsión de los cristianos de Jerusalén.
La
circuncisión es abordada: ¿Una ley para todos los cristianos?
El
establecimiento de la iglesia en
Antioquía.
Pablo
persigue a los cristianos y luego se convierte en cristiano.
Mensaje
de San pablo.
Encarcelamiento
de Pablo en Roma.
3
El autor pudo haber tomado como modelo las
obras de Dionisio de Halicarnaso, autor de una conocida historia de Roma, o del
historiador judío Josefo, autor de una historia de los judíos.
4
Las
fuentes de los Hechos son los Evangelios (Marcos, Mateo), entre otras.
5
Hechos
es una obra teológica, no histórica.
6
La
obra ce centra el Pedro y Pablo y sus mensajes.
7
El
capítulo 7 es una evocación del Génesis y el Éxodo.
8
Pablo
se muestra como un gran conocedor de las leyes judías y romanas. Con gran habilidad
se declara romano o judió , de acuerdo a las circunstancias y conveniencias.
Capítulo
22.Pablo es romano:
Mientras
lo estiraban con las correas, preguntó Pablo al centurión que estaba presente:
«¿Os está permitido azotar a un ciudadano romano sin previa sentencia?».
Al oírlo, el centurión fue a avisar al tribuno: «Mira bien lo que vas a hacer,
pues ese hombre es ciudadano romano». Acudió el tribuno y le pregunto:
«Dime, ¿tú eres romano?». Él respondió: «Sí». El tribuno añadió: «Yo
adquirí esta ciudadanía por una gran suma». Pablo contestó: «Pues yo nací con
ella».
Capítulo
23.Pablo es judío:
Pablo,
mirando fijamente al Sanedrín, dijo: «Hermanos, yo, hasta este día, he
procedido ante Dios con conciencia buena e íntegra». El sumo sacerdote Ananías
ordenó a sus ayudantes que lo golpeasen en la boca. Entonces Pablo le dijo: «A
ti te va a golpear Dios, muro blanqueado. Tú te sientas para juzgarme según la
ley, ¿y actuando contra la ley ordenas que me golpeen?». Los presentes dijeron:
«¿Insultas al sumo sacerdote de Dios?». Respondió Pablo: «Hermanos, no sabía
que era sumo sacerdote, pues está escrito: No hablarás mal del jefe de tu
pueblo». Pablo sabía que una parte eran fariseos y otra saduceos y gritó
en el Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo, se me está
juzgando por la esperanza en la resurrección de los muertos»
ASPECTOS
MÉDICOS
1
Curación
de un lisiado.
En
capítulo se habla de cómo Pedro y Juan
curaron a un lisiado que pedía limosna. Los apóstoles le dijeron que no tenían
bienes materiales, pero si podían levantarlo en el nombre de Jesús:
“Al
instante se le fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie de un
salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y
alabando a Dios. Todo el pueblo lo vio andando y alabando a Dios, 1y, al caer
en la cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa
del templo, quedaron estupefactos y desconcertados ante lo que le había
sucedido”.
2
¿Saulo
sufre un ataque de epilepsia?
Muchos
estudiosos dicen que la caída de Pablo mientras perseguía a cristianos se debió
a un ataque de epilepsia que lo transformó. Cioran afirma que la epilepsdia de
San Pablo acabó con cinco siglos de filosofía porque significo el triunfo de la
religión sobre el pensamiento griego.
Saulo,
respirando todavía amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se
presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco,
autorizándolo a traerse encadenados a Jerusalén a los que descubriese que
pertenecían al Camino, hombres y mujeres. Mientras caminaba, cuando ya estaba
cerca de Damasco, de repente una luz celestial lo envolvió con su resplandor.
Cayó a tierra y oyó una voz que le decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me
persigues?».Dijo él: «¿Quién eres, Señor?». Respondió: «Soy Jesús, a quien tú
persigues.
Se
trata, probablemente, de un ataque de epilepsia fotosensible. En este tipo de
epilepsia el ataque es provocado por una fuente luminosa, como los rayos
solares. Algo parecido sucedió con Pablo.
El
paciente puede perder la vista temporalmente. Pablo perdió su visión y la
recuperó al tercer día. En el capítulo 9 se dice:
Saulo
se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada.
Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni
beber. Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó
en una visión: «Ananías». Respondió él: «Aquí estoy, Señor». El Señor le dijo:
«Levántate y ve a la calle llamada Recta, y pregunta en casa de Judas por un
tal Saulo de Tarso. Mira, está orando, y ha visto en visión a un cierto Ananías
que entra y le impone las manos para que recobre la vista». Ananías contestó:
«Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus
santos en Jerusalén, y que aquí tiene autorización de los sumos sacerdotes para
llevarse presos a todos los que invocan tu nombre».
El
Señor le dijo: «Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para
llevar mi nombre a pueblos y reyes, y a los hijos de Israel. Yo le mostraré lo
que tiene que sufrir por mi nombre». Ananías, entró en la casa, le impuso las manos
y dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías
por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y espíritu Santo».
Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas, y recobró la
vista. Se levantó, y fue bautizado.
Dostoyevski
fraguaba la trama de sus noveles a través del extasis que experimentaba durante
los ataques epilépticos. Pablo habla del extasis que le impulsa a convertirse
en apóstol del cristianismo.
“El
Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, veas al
Justo y escuches la voz de sus labios, porque vas a ser su testigo ante todos
los hombres de lo que has visto y oído. Ahora, ¿qué te detiene? Levántate,
recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre”. Regresé a
Jerusalén y, mientras oraba en el templo, caí en éxtasis y lo vi que me decía:
“Date prisa y sal inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio
acerca de mí”.
3
Pedro
cura a un paralítico.
Pedro,
que estaba recorriendo el país, bajó también a ver a los santos que residían en
Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años
no se levantaba de la camilla. Pedro le dijo: «Eneas, Jesucristo te da la
salud; levántate y arregla tu lecho». Se levantó inmediatamente. Lo vieron
todos los vecinos de Lida y de Sarón, y se convirtieron al Señor.
4
Pedro
resucita a una mujer.
Había
en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacía
infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La
lavaron y la pusieron en la sala de arriba. Como Lida está cerca de Jafa, al
enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a
rogarle: «No tardes en venir a nosotros». Pedro se levantó y se fue con ellos.
Al llegar, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron todas las
viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela
mientras estuvo con ellas. Pedro, mandando salir fuera a todos, se arrodilló,
se puso a rezar y, volviéndose hacia el cuerpo, dijo: «Tabita, levántate». Ella
abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él, dándole la mano, la levantó
y, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.
5
Hasta
la sombra de Pedro cura:
La
gente sacaba los enfermos a las plazas, y los ponía en catres y camillas, para
que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno. Acudía
incluso mucha gente de las ciudades cercanas a Jerusalén, llevando a enfermos y
poseídos de espíritu inmundo, y todos eran curados.
6
En
el capítulo 14 se narra la curación de un tullido, y la gente cree que los
apóstoles son dioses griegos:
Había
en Listra, sentado, un hombre impedido de pies; cojo desde el seno de su madre,
nunca había podido andar. Estaba escuchando las palabras de Pablo, y este,
fijando en él la vista y viendo que tenía una fe capaz de obtener la salud, le
dijo en voz alta: «Levántate, ponte derecho sobre tus pies». El hombre dio un
salto y echó a andar. Al ver lo que Pablo había hecho, el gentío exclamó en la
lengua de Licaonia: «Los dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos».
A Bernabé lo llamaban Zeus, y a Pablo, Hermes, porque se encargaba de
hablar. El sacerdote del templo de Zeus que estaba a la entrada de la ciudad
trajo a las puertas toros y guirnaldas y, con la gente, quería ofrecerles un
sacrificio.
7
Expulsión
de un espíritu adivino:
Una
vez que íbamos nosotros al lugar de oración, nos salió al encuentro una joven
esclava, poseída por un espíritu adivino, que proporcionaba a sus dueños
grandes ganancias haciendo de adivina. Esta, yendo detrás de Pablo y de
nosotros, gritaba y decía: «Estos hombres son siervos del Dios altísimo, que os
anuncian un camino de salvación». Venía haciendo esto muchos días, hasta que
Pablo, cansado de ello, se volvió al espíritu y le dijo: «Te ordeno en el
nombre de Jesucristo que salgas de ella». Y en aquel momento salió de ella. (Capítulo
16).
8
Curaciones
milagrosas:
Dios
hacía por medio de Pablo milagros no comunes, hasta el punto que bastaba
aplicar a los enfermos pañuelos o ropas que habían tocado su cuerpo para que se
alejasen de ellos las enfermedades y saliesen los espíritus malos. (Capítulo
19)
9
¿Un
discurso aburrido y mortal de Pablo?
Pablo
les estuvo hablando y, como iba a marcharse al día siguiente, prolongó el
discurso hasta medianoche. Había lámparas en abundancia en la sala de arriba,
donde estábamos reunidos. Un muchacho, de nombre Eutiquio, estaba sentado en la
ventana. Mientras Pablo alargaba su discurso, al muchacho le iba entrando
un sueño cada vez más pesado; al final, vencido por el sueño, se cayó del
tercer piso abajo. Lo recogieron ya muerto, pero Pablo bajó, se echó
sobre él y, abrazándolo, dijo: «No os alarméis, sigue con vida». Volvió a
subir, partió el pan y lo comió. Estuvo conversando largamente hasta el alba y,
por fin, se marchó. Por lo que hace al muchacho, lo trajeron vivo, con gran
consuelo de todos.(Capítulo 20)
10
Pablo
es mordido por una víbora sin sufrir daño:
Una
vez a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. Los naturales nos mostraron
una hospitalidad poco común, pues encendiendo una hoguera a causa de la lluvia
que caía y del frío, nos acogieron a todos nosotros. Pablo recogió una
brazada de ramas secas y, al echarla a la hoguera, una víbora, huyendo del
calor, hizo presa en su mano. Cuando vieron los nativos el animal
colgando de su mano, se decían unos a otros: «Este hombre es ciertamente un
homicida; se ha salvado del mar, pero la Justicia no le ha consentido vivir». Pero
él, sacudiendo el animal en el fuego, no sufrió daño alguno. Ellos estaban
esperando que se hinchara o cayese muerto de repente, pero, después de
mucho esperar y viendo que no le pasaba nada malo, cambiaron de parecer y
empezaron a decir que era un dios.(Capítulo 28)
[San
Pablo Mordido por una víbora en la Isla de Malta,pintura de Maerten De Vos]
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