1
EVANGELIO
SEGÚN MATEO
(AÑO:
110 /28 CAPÍTULOS/AUTOR: MATEO O UN JUDÍO DESCONOCIDO)
1
Generalidades
El
Evangelio según Mateo es el primero y el más completo. Contiene información
sobre Jesús, sus milagros, incluyendo los relacionados con la Medicina , el
Sermón de la montaña. y sus parábolas llenas de simbolismo y sabiduría.
Mateo
(Don de Dios) nació en el siglo I. Murió en el 74. Era recaudador de impuesto
antes de convertirse en apóstol. La
pintura La inspiración de San Mateo (1602) de Caravaggio es una muestra
importante del arte religioso. Los capítulos 26 y 27, correspondientes a la
pasión y muerte de Cristo, y final de Judas, son el libreto de La pasión según
San Mateo (1728) de J S Bach.
En una de las novelas
inspiradas en Fausto de Goethe, El Maestro y Margarita de Mijaíl
Bulgakov(escrita entre 1928 y 1940, pero publicada en 1966) hay una
conversación entre dos de los personajes de la obra, Leví Mateo y el Diablo, para
ventilar el problema filosófico fundamental, el del bien y el mal.
Leví Mateo llama al
Diablo “espíritu del mal y dueño de las sombras, a lo que Satanás responde:
“Has pronunciado las
palabras como si no reconocieras la existencia del mal y de las sombras. Por
qué no eres un poco amable y te detienes a pensar en lo siguiente:¿qué haría tu
bien si no existiera el mal y qué aspecto tendría la tierra si desaparecieran
las sombras? Los hombres y los objetos producen sombras. Esta es la sombra de
mi espada. También hay sombras de árboles y seres vivos. ¿No querrás raspar
toda la tierra, arrancar los árboles y todo lo vivo para gozar de la luz
desnuda? Eres un necio”. “Si Dios creó el bien, también creó el mal”.
2
Filosofía y sabiduría:
-No sólo de pan vive el
hombre.
-Y si alguno te quiere
citar ante el juez para quitarte la túnica, abandónale también tu manto. -Y si alguno
te quiere llevar por fuerza una milla, ve con él dos.
-Da a quien te pide, y no
vuelvas la espalda a quien quiera tomar prestado de ti.
-Cuando, pues, haces
limosna, no toques la bocina delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas
y en las calles, para ser glorificados por los hombres.
-Tú, al contrario, cuando
haces limosna, que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha, para
que tu limosna quede oculta, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
-Cuando oréis, no seáis
como los hipócritas, que gustan orar de pie en las sinagogas y en las esquinas
de las calles, para ser vistos de los hombres.
-No os preocupéis,
entonces, del mañana. El mañana se preocupará de sí mismo. A cada día le basta
su propia pena.
-No juzguéis, para que no
seáis juzgados.
- ¿Por qué ves la pajuela
que está en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que está en tu ojo?
-Pedid y se os dará;
buscad y encontraréis; golpead y se os abrirá. 8Porque todo el que pide
obtiene; y el que busca encuentra; y al que golpea, se le abre.
3
Curiosidades:
Curiosidad 1:
La curación de un
leproso:
Cuando bajó de la
montaña, le fueron siguiendo grandes muchedumbres. Y he aquí que un leproso se
aproximó, se prosternó delante de Él y le dijo: “Señor, si Tú quieres, puedes
limpiarme”. Y Él, tendiéndole su mano, lo tocó y le dijo: “Quiero, queda
limpio”, y al punto fue sanado de su lepra. Le dijo entonces Jesús: “Mira, no
lo digas a nadie; sino ve a mostrarte al sacerdote y presenta la ofrenda
prescrita por Moisés, para que les sirva de testimonio”. (8: 1-4).
¿Por qué Jesús emplea esa
frase final de “ mira , no se lo digas a nadie”? Desde el punto de vista de la
psicología cotidiana (Lo prohibido es lo que provoca) y del motivo y la sustancia
del chismorreo, el cotilleo y la noticia de “radio bemba” ¿no está incitando a
que precisamente se hago todo lo contrario?
Curiosidad 2:
Cuando salía Jesús de
allí, dos ciegos lo siguieron, gritando: “¡Ten piedad de nosotros, Hijo de
David!” Y al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y Jesús les dijo:
“¿Creéis que puedo hacer eso?” Le respondieron: “Sí, Señor”. Entonces les tocó
los ojos diciendo: “Os sea hecho según vuestra fe”. Y sus ojos se abrieron. Y
Jesús les ordenó rigurosamente: “¡Mirad que nadie lo sepa!”. Pero ellos, luego
que salieron, hablaron de Él por toda aquella tierra.(9:27-31)
La advertencia :“¡Mirad
que nadie lo sepa!” es equivalente a la anterior y con las mismas
observaciones.
Curiosidad 3:
“Jesús, al saberlo, se
alejó de allí. Y muchos lo siguieron, y los sanó a todos. Les mandó
rigurosamente que no lo diesen a conocer”. (12: 15-16)
Estas contradicciones
sólo demuestran una cosa: la naturaleza humana de Jesús.
Curiosidad 4:
Más adelante en 10: 5-8
Jesús precisa la misión de los apóstoles que incluye las curaciones (las
cuales, lógicamente, serán públicas y notorias) en aparente contradicción con
la fórmula anterior de ocultar estos milagros:
“Sanad enfermos,
resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios. Recibisteis
gratuitamente, dad gratuitamente”.
Curiosidad 5:
“Porque, vino Juan, que
ni comía ni bebía, y dicen: «Está endemoniado.» Vino el Hijo del Hombre, que
come y bebe, y dicen: «Es un glotón y borracho, amigo de publicanos y de
pecadores». Más la Sabiduría ha sido justificada por sus obras.”(11:18-19)
¿Era Jesús un glotón y un
borracho? ¿No fallaba en un banquete? ¿Por qué algunos cristianos no liban
argumentando que su religión se los prohíbe?
4
Aspectos médicos:
Curaciones:
-Y recorría toda la Galilea,
enseñando en las sinagogas de ellos, y proclamando la Buena Nueva del reino y
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama se extendió por toda la Siria, y le
traían todos los pacientes afligidos de toda clase de dolencias y sufrimientos,
endemoniados, lunáticos, paralíticos, y los sanó. Y le siguieron grandes
muchedumbres de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del
Jordán.(4:23).
Luego vinieron buscando
alivio a sus dolencias “los afligidos por diversas enfermedades y tormentos,
los endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los sanó”.
Ayuno:
-Cuando ayunéis, no
pongáis cara triste, como los hipócritas. (El ayuno era total: sin comidas y
bebidas durante todo el día).
Cuando
bajó de la montaña, le fueron siguiendo grandes muchedumbres. Y he aquí que un
leproso se aproximó, se prosternó delante de Él y le dijo: “Señor, si Tú
quieres, puedes limpiarme”. Y Él, tendiéndole su mano, lo tocó y le dijo:
“Quiero, queda limpio”, y al punto fue sanado de su lepra. Le dijo entonces
Jesús: “Mira, no lo digas a nadie; sino ve a mostrarte al sacerdote y presenta
la ofrenda prescrita por Moisés, para que les sirva de testimonio”. (8: 1-4).
Curación de un
paralítico:
Cuando hubo entrado en
Cafarnaúm, se le aproximó un centurión y le suplicó, diciendo: “Señor, mi
criado está en casa, postrado, paralítico, y sufre terriblemente”. Y Él le
dijo: “Yo iré y lo sanaré”. Pero el centurión replicó diciendo: “Señor, yo no
soy digno de que entres bajo mi techo, más solamente dilo con una palabra y
quedará sano mi criado. Porque también yo, que soy un subordinado, tengo
soldados a mis órdenes, y digo a éste: «Ve» y él va; a aquél: «Ven», y viene; y
a mi criado: «Haz esto», y lo hace”. Jesús se admiró al oírlo, y dijo a los que
le seguían: “En verdad, os digo, en ninguno de Israel he hallado tanta fe”. Os
digo pues: Muchos llegarán del Oriente y del Occidente y se reclinarán a la
mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos, mientras que los
hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allá será enllanto y
el rechinar de dientes”. Y dijo Jesús al centurión: “Anda; como creíste, se te
cumpla”. Y el criado en esa misma hora fue sanado. (8: 5-13).
Curación de una fiebre y
otros males:
Entró Jesús en casa de
Pedro y vio a la suegra de éste, en cama, con fiebre. 1La tomó de la mano y la
fiebre la dejó; y ella se levantó y le sirvió. Caída ya la tarde, le trajeron
muchos endemoniados y expulsó a los espíritus con su palabra, y sanó a todos
los enfermos. De modo que se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías: “Él
quitó nuestras dolencias, y llevó sobre Sí nuestras flaquezas” (8:14-17).
Curación de otro
paralítico:
Subiendo a la barca, pasó
al otro lado y vino a su ciudad. Y he aquí que le presentaron un paralítico,
postrado en una camilla. Al ver la fe de ellos, dijo Jesús al paralítico:
“Confía, hijo, te son perdonados los pecados”. Entonces algunos escribas
comenzaron a decir interiormente: “Éste blasfema”. Mas Jesús, viendo sus
pensamientos, dijo: “¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más
fácil, decir: «Te son perdonados los pecados», o decir: «Levántate y camina?» ¡Y bien! para que sepáis que tiene poder el
Hijo del hombre, sobre la tierra, de perdonar pecados —dijo, entonces, al
paralítico—: Levántate, cárgate la camilla y vete a tu casa”. Y se levantó y se
volvió a su casa. (9:1-7).
¿Quién necesita un
médico?
-No son los sanos los que
tienen necesidad de médico, sino los enfermos. (9:12).
La mujer con flujos de sangre.(Curación
de la hemorroísa)
Se conoce como curación
de la hemorroísa a uno de los milagros de Jesús, mediante el cual fue sanada
una mujer que padecía flujos de sangre,1 algo que en su tiempo se consideraba
vergonzante.
Y he ahí que una mujer
que padecía un flujo de sangre hacía doce años, se aproximó a Él por detrás y
tocó la franja de su vestido. Porque ella se decía: “Con que toque solamente su
vestido, quedaré sana”. Más Jesús,volviéndose, la miró y
dijo: “Confianza, hija, tu fe te ha sanado”. Y quedó sana desde aquella hora. (9:
20-22)
La hija de Jairo*.
Mientras les decía estas
cosas, un magistrado se le acercó, se prosternó y le dijo: “Mi hija acaba de
morir, pero ven a poner sobre ella tu mano y revivirá”.
Cuando Jesús llegó a la
casa del magistrado, vio a los flautistas, y al gentío que hacía alboroto, y
dijo: “¡Retiraos! La niña no ha muerto, sino que duerme”. Y se reían de Él.
Después, echada fuera la turba, entró Él, tomó la mano de la niña, y ésta se
levantó. Y la noticia del hecho se difundió por toda aquella región. (9:23-26).
*Este relato me ha hecho
recordar viejos tiempos escolares, allá en Las Mercedes del Llano. Estudiaba
sexto grado en el Grupo Escolar Monseñor Rodríguez Álvarez. Para una
escenificación teatral yo debía recitar los versos de Andrés Eloy Blanco sobre
este milagro bíblico. Varias estrofas
quedaron grabadas para siempre en mi memoria de este hermoso poema:
LA HIJA DE JAIRO
I
¡Yo la amaba, la
amaba!... Quedó yerta;
La muerte al fin le
marchitó las rosas...
Yo estaba cerca de la niña
muerta,
Llorándole las manos
luminosas...
¡Yo la amaba, la
amaba!... Sus colores
eran de rosa en la mañana
aquella
y el rosa huyo como al
morir las flores
cuando llegó la Muerte
junto a ella.
¡Blanca, blanca!... ¡Qué
blanca se me puso!
¡Cómo se disolvió con la
blancura!
Su mano completó la
vestidura...
¡Cómo prolonga el algodón
el huso!...
¡Yo la amaba, la
amaba!... Voces buenas
clamaron lejos: —¡El rabí
ha tornado!—
Jairo partió en su busca
y a mi lado
La blanca niña era una
nube apenas...,
Llegó el rabino. Y todos
fueron mudos,
Silenció su plañir la
plañidera...
Llegó el rabino de los
pies desnudos,
Maduro el trigo de la
cabellera...
¡No es muerta...
duerme!... el tañedor reía...
¡No es muerta... duerme!,
y Jairo sollozaba...,
y era una nube así la
niña mía
y a su lado, temblando,
yo la amaba...
—No es muerta...
¡duerme!... y le ordenó: ¡Levanta!
Y ella se alzó, delgada
del martirio,
Y una voz le subió por la
garganta
Como una abeja que
abandona un lirio.
Y yo la amé de nuevo,
resurrecta;
Su misma voz, su misma
luz tenía,
Pero la Muerte la dejó
perfecta
Con la blancura de
morirse un día...
Murió de nuevo un día...
Yo la amaba,
Mas sin remedio, se murió
ese día...
—¡Vuelve, Rabino,
¡vuelve!... yo clamaba,
pero el Rabino rubio no
volvía.
Pasó la niña veinte
siglos muerta,
Murió Cafarnaúm de
Palestina,
Y el alma mía, inútil y
desierta,
Lloraba inmortal sobre la
ruina.
¡Yo la amaba, la
amaba!... Su blancura
la buscaba en la blanca
nebulosa,
su cabellera entre la
noche oscura
y en el poniente su color
de rosa...
Y al fin la hallé...
escondida entre los tules
De una puesta de sol,
estaba Ella;
Su carne inmóvil entre
dos azules
Inauguraba la primera
estrella...
Y la encontré más blanca
todavía,
Flotando en el azul, sin
vestidura,
¡Qué blanca estaba
así!... la niña mía
tras veinte siglos de
blancura...
Clamé al amor entonces...
Voces buenas
Dijeron a lo lejos: ¡Te
he escuchado!
Clamé al eterno Amor... y
a mi lado
La blanca niña era una
nube apenas...
Llegó el amor. Los cielos
fueron mudos,
Su leve paso silenció la
esfera,
Llegó el eterno amor de
pies desnudos,
Maduro el trigo de la
cabellera...
No es muerta...
¡Duerme!... y le ordenó: ¡Levanta!
Y ella se alzó, delgada
del martirio,
Y una voz le subió por la
garganta
Como una abeja que
abandona un lirio.
Y ha vuelto a mí... su
cabellera oscura,
Su misma voz... pero en
la mano fría
Con veinte siglos de
amasar blancura
Persiste el miedo de
morirse un día...
(Andrés Eloy Blanco)
Jesús da vista a dos
ciegos
Cuando salía Jesús de
allí, dos ciegos lo siguieron, gritando: “¡Ten piedad de nosotros, Hijo de
David!” Y al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y Jesús les dijo:
“¿Creéis que puedo hacer eso?” Le respondieron: “Sí, Señor”. Entonces les tocó
los ojos diciendo: “Os sea hecho según vuestra fe”. Y sus ojos se abrieron. Y
Jesús les ordenó rigurosamente: “¡Mirad que nadie lo sepa!”. Pero ellos, luego
que salieron, hablaron de Él por toda aquella tierra.(9:27-31)
Misión de los Doce : curar es parte del apostolado-
Estos son los Doce que
Jesús envió, después de haberles dado instrucciones, diciendo: “No vayáis hacia
los gentiles y no entréis en ninguna ciudad de samaritanos, sino id más bien a las ovejas perdidas de la
casa de Israel. Y de camino predicad diciendo: «El reino de los cielos se ha
acercado». Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad
leprosos, echad fuera demonios. Recibisteis gratuitamente, dad gratuitamente. No
tengáis ni oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni alforja para el
camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero es acreedor a
su sustento. (10: 5-8)
Jesús
habla de sus curaciones
Jesús
les respondió y dijo: “Id y anunciad a Juan lo que oís y veis: Ciegos ven,
cojos andan, leprosos son curados, sordos oyen, muertos resucitan, y pobres son
evangelizados; ¡y dichoso el que no se escandalizare de Mí!” (11: 4-5).
Curación
del hombre de la mano seca:
De
allí se fue a la sinagoga de ellos; y he aquí un hombre que tenía una mano
seca. Y le propusieron esta cuestión: “¿Es lícito curar el día de sábado?” —a
fin de poder acusarlo—. Él les dijo: “¿Cuál será de entre vosotros el que,
teniendo una sola oveja, si ésta cae en un foso, el día de sábado, no irá a
tomarla y levantarla? Ahora bien, ¡cuánto más vale el hombre que una oveja! Por
consiguiente, es lícito hacer bien el día de sábado.” 13Entonces dijo al
hombre: “Extiende tu mano.” El la extendió, y le fue restituida como la otra.
Pero los fariseos salieron y deliberaron contra Él sobre el modo de hacerlo
perecer. (12:9-14).
Curación
de un endemoniado:
Entonces
le trajeron un endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de modo que hablaba y veía.
Y todas las multitudes quedaron estupefactas y dijeron: “¿Será éste el Hijo de
David?” 2Más los fariseos, oyendo esto, dijeron: “Él no echa los demonios sino
por Beelzebul, el príncipe de los demonios.” (12: 22-24)
Otras
curaciones:
Cuando
Jesús alimento a as cinco mil personas “vio una gran multitud, y tuvo compasión
de ellos, y sanó a los que ellos estaban enfermos” ( 14:14).
Sanó
a los enfermos de Genesaret (14:34). Sacó el demonio de la hija de la mujer
cananea (15:28). Curó cojos, mancos, ciegos cerca de mar de Galilea (15:30-31).
Sacó el demonio de un lunático (17:14-21). Cuando salió de Galilea “les siguieron grandes multitudes, y los sanó
allí” (19:2). Luego de salir de Jericó le devolvió la vista a dos ciegos.
(20:29-34).
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